Se entiende por diálogo social en sentido
estricto, el conjunto de las relaciones de comunicación, consulta y negociación
entre gobiernos, empleadores y sindicatos sobre cuestiones de interés común. En
sentido amplio el término “diálogo social” se utiliza para referirse a un tipo
de relaciones horizontales entre el Estado y las organizaciones de la sociedad
civil empresas, sindicatos, asociaciones, grupos, comunidades, etc. con el fin
de abordar conjuntamente los problemas sociales y contribuir a elaborar
soluciones fundadas en el consenso, que van más allá de la simple normatividad
existente. ("Incidencia del sindicalismo de confrontación en el ejercicio
del Derecho de Asociación Sindical en Colombia entre el año 2000 y el año
2008"); como se puede ver, haciendo uso de una u otra definición, se
observa que son las organizaciones sindicales las grandes protagonistas del
llamado “diálogo social”, pues en la nueva sociedad de la información, son
mucho más que los simples “representantes de un gremio de trabajadores, protagonistas de la negociación
colectiva y gestores del descontento”.
Ahora bien; la discusión de hoy no es sobre los
retos del sindicalismo y como NO se están cumpliendo en Colombia, sino acerca
de establecer si los llamados “Diálogos Regionales” convocados por la
Presidencia de la República son la materialización del adecuado “diálogo social”
que se requiere en nuestro presente momento histórico. Para tal fin, debemos analizar ( sin hacer
juicios a priori sobre la iniciativa; ya que ) el contexto en el que este gobierno
supuestamente hace un llamado al “diálogo social”.
Dicho contexto
es el siguiente: Se hace la convocatoria al “diálogo social” luego de
propuestas que pretenden ser validadas por la “dictadura de la opinión” antes
de ser sometidas a cualquier tipo de concertación, lo anterior torna ilusorio cualquier iniciativa de “diálogo
social”, convierte en espada lo que debería ser escudo.
Los defensores del nuevo gobierno dirán que tal
afirmación es falsa, vaga, imprecisa, uribista, estúpida y tendenciosa; pero
los hechos demuestran lo contrario, y eso es muy triste (Una simple prueba: Entre
ayer y hoy se han dicho verdaderas barbaridades del Régimen de Ahorro
Individual con Solidaridad; solamente para justificar una propuesta de reforma pensional que no
tiene ni pie ni cabeza… Lo anterior no
es ningún cuento, ni necesita de “búsquedas inversas” para encontrar la “verdad”).
Así que la conclusión simple es NO, los “Diálogos
Regionales” no son la materialización del adecuado “diálogo social” que se
requiere en nuestro presente momento histórico; por el contrario, como señalan
algunos, se corre el riesgo de repetir un estado de opinión que ya vivimos… Y
que es mucho más peligroso, por los medios con los que cuentan los gobiernistas
de hoy.
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