El nuevo gobierno plantea la eliminación del subsidio de los servicios públicos al estrato 3 y la disminución de dichos subsidios a los estratos 1 y 2.
Procederemos a dar nuestras razones, por las cuales consideramos que la
solución planteada por el gobierno no ataca realmente el problema; todo lo cual
procedemos a hacer así:
CONSIDERACIONES
1) Con la Constitución de 1991 se definió a Colombia como República
unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales
destacando el papel de éstas en el desarrollo y progreso local y en particular,
transfiriéndoles competencias para la prestación de servicios a cargos del
Estado en su jurisdicción; así mismo, se les reconoció el derecho a participar
de las rentas nacionales (transferencias). En este marco, se fijaron los
porcentajes de los Ingresos Corrientes de la Nación –ICN- para estas
transferencias, bajo los mecanismos de Situado Fiscal para los departamentos y
distritos y la denominada participación de los municipios en los Ingresos
Corrientes de la Nación.
Señalándose en los artículos 356 y 357
que los recursos del Sistema General de Participaciones de los Departamentos,
Distritos y municipios se destinarán a la financiación de los servicios a su
cargo, dándoles prioridad al servicio de salud, los servicios de educación,
preescolar, primaria, secundaria y media, y servicios públicos domiciliarios de
agua potable y saneamiento básico, garantizando la prestación y la ampliación
de coberturas con énfasis en la población pobre.
2) La fundamentación inicial para
establecer la forma como se debían distribuir los recursos del SGP y se
determinaba la administración de los mismos es que muchos municipios del país
no contaban ( ni cuentan) con las capacidades para salir de la trampa de
pobreza, siendo las posibles causas de dicha situación la debilidad
institucional, la ausencia de capital humano calificado, la baja competitividad
y el aislamiento geográfico, entre otro; por lo que en consecuencia muchos no
cuentan con la capacidad ni los recursos propios para adelantar las inversiones
necesarias para superar su atraso, por lo que se refuerzan sus precarias
condiciones. ; estableciendo que los recursos del SGP se hacen en el caso de
los servicios públicos de acuerdo a criterios de cobertura, calidad y
continuidad.
3) Estableciéndose entonces un esquema
en el cual los municipios y Distritos recibían recursos del SGP con destinación
específica y el continuar recibiendo dichos recursos dependía del cumplimiento
de las metas establecidas y monitoreadas a través de un proceso de
CERTIFICACIÓN, buscando así una responsabilidad fiscal y el cumplimiento de
unos fines y no simplemente la puesta en obras de unos medios con buenas
intenciones.
4) De esta forma entonces, se tiene que
se requería de la participación activa de los municipios y distritos en el
cumplimiento de las metas en materia de servicios públicos, debiendo
involucrándose recursos propios en las inversiones que debían hacerse para
cumplir con los requisitos de la CERTIFICACIÓN, TENIENDO que recurrir por tanto
a otros mecanismos de financiación diferentes al SGP (por obvias razones
señaladas) para precisamente asegurar que se siguieran girando los recursos del
SGP y finalmente se cumplieran con las competencias constitucionales que le
asisten de cara a la prestación de los servicios públicos domiciliarios.
5) A su vez tenemos que, el artículo 365
de la Constitución dispone que “los servicios públicos estarán sometidos al
régimen jurídico que fije la ley; a su turno, el artículo 367 indica que “la
ley fijará las competencias y responsabilidades relativas a la prestación de
los servicios públicos domiciliarios, su cobertura, calidad y financiación, y
el régimen tarifario que tendrá en cuenta además de los criterios de costos,
los de solidaridad y redistribución de ingresos (para cumplir con el principio
de solidaridad que constituye una de las bases de nuestro Estado Social de
Derecho; los usuarios de mayores ingresos deben contribuir a subsidiar a los de
menores ingresos) así: “Art. 367.- La ley fijará las competencias y
responsabilidades relativas a la prestación de los servicios públicos
domiciliarios, su cobertura, calidad y financiación, y el régimen tarifario que
tendrá en cuenta además de los criterios de costos, los de solidaridad y
redistribución de ingresos”
Lo que de entrada nos lleva a concluir
en principio, que los criterios orientadores del régimen tarifario de los
servicios públicos son la solidaridad y la redistribución de ingresos, que
conlleva la obligación tanto de los usuarios de estratos altos y comerciales e
industriales, como de la Nación y entidades descentralizadas territorialmente,
de ayudar a los usuarios de estratos bajos a pagar el valor de la tarifa de los
servicios que cubran sus necesidades básicas a través de los subsidios y las
contribuciones.
6) El legislador estableció dos
mecanismos para lograr que, con tarifas por debajo de los costos reales del
servicio, la población de escasos recursos pudiese acceder a los diversos
servicios públicos domiciliarios, y cumplir así con los principios de
solidaridad y redistribución del ingreso que impone la Constitución en esta
materia. El primero de estos mecanismos lo constituyen los subsidios que puede
otorgar la Nación y las distintas entidades territoriales dentro de sus
respectivos presupuestos (artículo 368 de la Constitución). Subsidios que, por
disposición de la propia ley, no pueden exceder el valor de los consumos
básicos o de subsistencia. Por tanto, cuando éstos se reconocen, corresponde al
usuario cubrir los costos de administración, operación y mantenimiento
(artículo 99 de la ley 142 de 1994). El segundo mecanismo es el recargo en la
tarifa del servicio que están obligados a sufragar los usuarios pertenecientes
a los estratos 5 y 6, como los de los sectores industrial y comercial. Este
sobrecosto en el servicio es denominado de distintas formas. Por ejemplo, la
ley 142 de 1994, lo denomina "factor", la ley 143 de 1994
"contribución", y la ley 223 de 1995 "sobretasa o contribución
especial". Dadas las características de este recargo, considera la Corte
que éste es un impuesto con una destinación específica, independiente de la
forma como ha sido denominado por las distintas leyes. ( SENTENCIA C-86/98)
7) En relación con lo que debemos
entender por subsidio y de contribución el numeral 14.29 de la Ley142 de 1.994,
define el subsidio como la “diferencia entre lo que se paga por un bien o
servicio, y el costo de éste, cuando tal costo es mayor al pago que se recibe”,
mientras que según las voces del numeral 1.2 del Decreto 847 de 2.001, para el
servicio de energía eléctrica y gas combustible distribuido por red física, por
contribución puede entenderse el “... recurso público nacional cuyo valor
resulta de aplicar el factor de contribución determinado en la ley y sus normas
regulatorias, a los usuarios pertenecientes a los estratos 5 y 6 y a los
industriales y comerciales, sobre el valor del servicio”. Así mismo, el numeral
86.2 del artículo 86, señala dentro de las reglas que componen el régimen
tarifario aplicable a la prestación de los servicios públicos, la concerniente
al “sistema de subsidios” al que tienen derecho las personas de menores
ingresos para que puedan pagar las tarifas correspondientes a sus necesidades
básicas. Por su parte, el artículo 87 Ibídem, dentro de los criterios que
orientan el régimen tarifario, de manera expresa hace mención a los de
solidaridad y redistribución en los siguientes términos: “Art 87.- Criterios
para definir el régimen tarifario. El régimen tarifario estará orientado por
los criterios de eficiencia económica, neutralidad, solidaridad,
redistribución, suficiencia financiera, simplicidad y transparencia “(..)
“87.3. Por solidaridad y redistribución se entiende que al poner en práctica el
régimen tarifario se adoptarán medidas para asignar recursos a “fondos de
solidaridad y redistribución”, para que los usuarios de los estratos altos y
los usuarios comerciales e industriales, ayuden a los usuarios de estratos
bajos a pagar las tarifas de los servicios que cubran sus necesidades básicas”.
Así mismo, el artículo 89.1 de la Ley 142 de 1994, en materia de aplicación de
los mencionados criterios de solidaridad y redistribución de ingresos establece
que el ”factor” que se debe aplicar para el otorgamiento de subsidios, de los
cuales son beneficiarios los usuarios pertenecientes a los estratos 1, 2 y 3,
no podrá ser superior al equivalente al veinte por ciento (20%) del valor del
servicio y, adicionalmente se indica en la normativa en cita, que no podrán
incluirse factores adicionales por concepto de ventas o consumo del usuario
para el cómputo del citado porcentaje máximo. Como complemento de lo anterior,
la norma dispone que las comisiones de regulación solamente permitirán que el
factor que se cobra se incorpore en las facturas de los usuarios de inmuebles
residenciales de los estratos 5 y 6, y de los catalogados como industriales y
comerciales. Adicionalmente, el numeral 89.2 señala que los prestadores de
servicios públicos deben recaudar los valores resultantes de la aplicación de
los factores de sobreprecio, los cuales se destinarán forzosamente al pago de
subsidios a favor de los beneficiarios mencionados. Cabe mencionar en este
acápite que el artículo 2 de la Ley 632 de 2000 modificó el artículo 89 de la
Ley 142 de 1994, en el sentido de establecer que el monto máximo de las
contribuciones para los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo será: “lo
necesario para asegurar que el monto de las contribuciones sea suficiente para
cubrir los subsidios que se apliquen”. De esta manera, mediante la modificación
refererida, se reconoce que el límite del veinte por ciento (20%) no es
suficiente para alcanzar puntos de equilibrio entre contribuciones y subsidios,
lo cual justifica que se establezcan límites superiores de acuerdo con las
necesidades específicas de cada ente territorial, para garantizar la
sostenibilidad financiera del esquema. Ahora bien, para el sector de energía
eléctrica, el artículo 6 de la Ley 143 de 1.994, señaló que la prestación del
servicio público de electricidad estará regida, entre otros, por el principio
de solidaridad y redistribución del ingreso, cuya aplicación es de obligatoria
observancia al momento de establecer el régimen tarifario aplicable, de suerte
tal que “los sectores de consumo de mayores ingresos ayuden a que las personas
de menores ingresos puedan pagar las tarifas de los consumos de electricidad
que cubran sus necesidades básicas.” También debemos mencionar dentro del marco
normativo de subsidios y contribuciones, el artículo99 de la Ley 142,
contentivo de las reglas bajo las cuales la Nación y las entidades
descentralizadas territorialmente pueden conceder subsidios, el cual se verá en
detalle al referirnos a la estructura financiera para el otorgamiento de
subsidios. Del anterior marco normativo bien se puede concluir que la
aplicación del principio de solidaridad y redistribución de ingresos en el
campo de los servicios públicos domiciliarios tiene como fin ayudar, vía
subsidios y contribuciones, a los estratos bajos a cancelar el valor
correspondiente al servicio prestado hasta cubrir sus necesidades básicas,
obligación de colaboración que se encuentra en cabeza tanto de la Nación, de
sus entidades descentralizadas territorialmente, como de los usuarios de
estratos altos y de los sectores productivos. ( CONCEPTO UNIFICADO CREG 25
SUBSIDIOS Y CONTRIBUCIONES)
8) Los subsidios a servicios públicos domiciliarios son considerados
como una inversión social, necesaria para garantizar los derechos económicos y
sociales de nuestra población marginada.
Los estratos 1,2 y 3 representan
más o menos el 89% de los hogares urbanos, divididos en el 15% en el estrato 1, 40% en el estrato 2 y 34% del estrato 3 (Fuente: Encuesta de
Calidad de Vida del DANE 1993, 1997 y 2003) pero la misma estratificación
socioeconómica que se ideó para focalizar los subsidios de los servicios
públicos domiciliarios hacia las personas más desfavorecidas, parece ser las
causantes de distorsiones en el reparto de dichos subsidios (según lo expuesto
por el DNP (Planeacion, Departamento Nacional de, 2005) los errores en la
focalización de subsidios pueden ser inclusivos o exclusivos para definir la población
beneficiaria de dichos subsidios, otorgando subsidios a población que no se consideraría
como objeto de dichos subsidios y de igual manera población que si debiera ser considerada
en la otorgación de subsidios, pero no es objeto de dicha otorgación de
subsidios. De donde se estima que el 50% de los considerados no pobres les fueron
otorgados subsidios para energía eléctrica. Estos errores no solo se presentan
para el servicio de energía eléctrica sino de igual manera para el resto de
servicios públicos domiciliarios subsidiado)- LAS CONCILIACIONES DE SUBSIDIOS POR MENORES
TARIFAS DE FONDOS ESPECIALES (FSSRI Y FOES), SEGÚN LAS CONSIDERACIONES DADAS
POR LA DIRECCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA DEL MINISTERIO DE MINAS Y ENERGÍA, POR
MEDIO DE LA VALIDACIÓN DE DATOS Y PRODUCCIÓN DE ESTADÍSTICA. Hernán Darío
Hernández Castañeda, 2017)
9) Los FONDOS DE SOLIDARIDAD Y REDISTRIBUCIÓN ya están en déficit
( Sin gratuidad), déficit que se cubre con recursos del SGP; el nuevo gobierno
propone la eliminación del subsidio de los servicios públicos al estrato 3 y la
disminución de dichos subsidios a los estratos 1 y 2. Pero el gobierno no dice
nada del impacto de la eliminación de dicho recurso para el 34% de los hogares
subsidiados, del déficit entre subsidios y contribuciones, ni de una nueva forma de focalización de los
subsidios.
10) Existe una metodología del Sistema de Identificación de Potenciales
Beneficiarios de Programas Sociales (Sisbén IV), lasificados en subgrupos de la
siguiente forma:
Grupo A: Comprende a hogares en situación de pobreza extrema. En este
grupo los hogares estarán clasificados en 5 subgrupos, desde A1 hasta A5.
Grupo B: Corresponde a hogares en condición de pobreza moderada. Este
grupo tendrá 7 subgrupos desde el B1 hasta el B7.
Grupo C: Corresponde a hogares en condición de vulnerabilidad. Este
grupo tendrá 18 subgrupos desde el C1 hasta el C18.
Grupo D: Comprende hogares que no están en situación de pobreza. Este grupo tendrá 21 subgrupos desde el D1
hasta el D21.
Esta versión del SISBEN tiene en cuenta tanto la calidad de vida como la
capacidad de generación de ingresos de los hogares, con el fin de identificar a
las personas con mayores carencias, mediante el análisis de las dimensiones de
vivienda, salud, educación y mercado laboral, buscando así, que los subsidios
lleguen a la población con mayores niveles de pobreza y vulnerabilidad. ( DNP).
Debería ser esta la nueva forma de focalización de los subsidios de
servicios públicos; con la que probablemente disminuya el número de hogares
subsidiados.
De las anteriores consideraciones podemos concluir:
1.
El
otorgamiento de subsidios para los servicios de acueducto, alcantarillado y
aseo tiene un fundamento constitucional y legal de gasto público social
prioritario, y esta condición obliga a los entes territoriales disponer los
recursos para reconocer y pagar los mismos con las fuentes presupuestales
permitidas para tal efecto, conforme al artículo 89.8 de la ley 142 de 1994; según
el artículo 2.3.4.2.2 del Capítulo 2 del Decreto 1077 del 2015, debe cumplirse
con la metodología para asegurar que para cada uno de los servicios, el monto
total de las diferentes clases de contribuciones sea suficiente para cubrir el
monto total de los subsidios que se otorguen en cada Municipio o Distrito por
parte del respectivo concejo municipal o distrital, según sea el caso, y se
mantenga el equilibrio. Por lo que tenemos que la solución no es simplemente
soplar y hacer botellas.
2.
La sola
eliminación de los subsidios al estrato 3 y la disminución de los subsidios a
estratos 1 y 2, según lo dicho por los analistas; no resulta per se una medida eficiente para
disminuir el déficit.
3.
Es increíble
como los que ayer defendían la propuesta de “gratuidad de servicios públicos
domiciliarios” para personas de menores recursos; defenderán ahora la eliminación
de los subsidios al estrato 3 y la disminución de los subsidios a estratos 1 y
2.
4.
En ciudades
como Cartagena, la medida de eliminación del subsidio al estrato 3; implicaría
un verdadero impacto a las finanzas de por lo menos el 50% de los hogares de la
ciudad.
5. Gran parte de la población se siente afectada por la nueva metodología del SISBEN, puesto que han sido excluidas de beneficios que antes recibían; así que el mismo descontento aflorará si se aplica la metodología a la focalización de subsidios de servicios públicos domiciliarios.
6. Antes de cualquier medida, es menester la transparencia hacia la ciudadanía sobre el impacto a las finanzas locales y nacionales del déficit de subsidios y contribuciones; como igual la transparencia respecto a la aplicación de dichos subsidios por parte de las empresas de servicios públicos domiciliarios, y la forma como se vienen cumpliendo los convenios de transferencias entre municipios y empresas.
Antes de modificar el esquema de subsidios y contribuciones es necesario hacer que se cumpla. La Superintencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD) no ha dado cumplimiento al artículo 3° de la Ley 732 de 2002, en el sentido de vigilar que el estrato socioeconómico en las facturas de servicios públicos domiciliarios sea el mismo que haya adoptado por decreto el Alcalde.
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