El hombre
necio no sabe,
Y el insensato no entiende esto.
SALMO 92,6
Como era por todos sabido, conocido y comentado; la
cuarentena no era desde ningún punto de vista un antídoto al COVID 19., y en
justicia y razón, debía tenerse como una medida que permitiría a los alcaldes y
gobernadores preparar sus territorios tanto para garantizar la salud como para mantener
activa la economía ( Puesto que es evidente, que hay acciones que no dan espera
y hay cosas que no se pueden hacer “poco a poco”; pues estamos frente a la más
profunda crisis en la historia económica y social del país)
Luego entonces, la cuarentena no era ningún
escenario politiquero, de improvisaciones, o de usar y abusar del poder
público; por el contrario, se suponía que a la par que se continuaban
elaborando juiciosamente los PLANES DE DESARROLLO, los mandatarios locales
debían presentar los planes estratégicos para asumir la “nueva normalidad”
POSCOVID19 (De forma más urgente en nuestros territorios, donde la mayoría
vivimos del rebusque).
Desde el mes de Abril de 2020,la OIT había
señalado que las medidas políticas para
enfrentar el desempleo en la presente
crisis COVID 19 debían centrarse en cuatro pilares a saber: 1) Apoyar a las
empresas, al empleo y los ingresos; 2) Estimular la economía y los empleos; 3)
Proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo; 4) Utilizar el diálogo
social entre gobiernos, trabajadores y empleadores a fin de encontrar
soluciones.
Al día de hoy, aunque el DNP sigue invitando a la participación ciudadana, en la
construcción del documento CONPES de REACTIVACIÓN
ECONÓMICA; no es menos diáfano que, todo
el país sigue expectante por las medidas de reacción de los gobiernos
nacionales y locales; y los SINDICATOS (
Quienes tienen la vocación de ser los cirineos naturales, que nos deben ayudar a
salir de esta crisis; lo único que han hecho es llamar al paro)
Y para bien o para mal, sigue estando en manos de
los alcaldes de cada ciudad la implementación y la gradualidad del regreso de
las empresas y la reactivación económica; aunque muchos ciudadanos estén verdaderamente
arrepentidos de que su irresponsabilidad los colocara en manos del populismo
barato, o de haber elegido a mandatarios que no están a la altura de las
circunstancias.
Mientras tanto, el país sigue expectante al proceso
penal del expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez, ataca de forma vehemente
el fracking, y nuevamente es escenario de un paro nacional; a pesar de tener una economía que sigue
completamente apagada, y con un desempleo de 20,2% para el mes de Agosto de
2020.
Por lo que parece, que solo queda orar y pedir
fuerzas para cruzar el Niágara en bicicleta; porque los pronósticos más
optimistas hablan de por lo menos 7 meses de recesión ( Y eso en lengua
vernácula traduce: "un pulmonazo para todos"), y se ven pocas
iniciativas para generación de empleo (
De hecho se vive satanizando la minería, el fracking, la flexibilización
laboral, y ahora para remate se va a firmar un tratado que jode más a las
empresas)
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