viernes, 21 de octubre de 2022
Cavilando sobre el decreto que anuncia el Alcalde de Medellín.
jueves, 20 de octubre de 2022
Pongámonos serios ( Nuestras impresiones sobre el debate sobre las zonas francas)
A fecha 5 de noviembre de 2019, la ANDI anunciaba que: existen 117 zonas
francas declaradas en 19 departamentos de Colombia, que generan más 220 mil
empleos y que han hecho inversiones por $54 billones, el triple de los compromisos
adquiridos; e igualmente esperaba que, los “actores públicos, privados, generadores de
opinión, academia y medios de comunicación vean la importancia de las zonas
francas para el país, reconociendo que son actores claves para controlar el
flujo de mercancías y el pago de impuestos, y promover el aprovechamiento de
los acuerdos comerciales”. Como se puede ver entonces, las zonas francas son un
activo empresarial que debe ser preservado, y cualquier iniciativa que se
pretenda para ello, no debe ser considerada “amiguismo” o “abuso de los poderes
económicos”
En documento “Promoción del trabajo decente y protección
de los derechos fundamentales para las personas que trabajan en las Zonas
Francas Industriales (ZFI)” de la Reunión tripartita de expertos en la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estableció que los posibles
incentivos para invertir en las ZFI deberían estar condicionado al compromiso
de promoción del trabajo decente. Son necesarios ejemplos de políticas eficaces
que ayuden a los gobiernos e interlocutores sociales a atraer inversiones fomentando
el trabajo decente y la aplicación de los principios y derechos fundamentales en
el trabajo.
Sin embargo el actual gobierno nacional, está
demostrando no querer lavar ni prestar la batea. Por un lado los industriales
denuncian los peligros de una nueva reforma tributaria que afecta los
compromisos adquiridos por las zonas francas declaradas a partir de la Ley 1004 del 2005 (Mantenimiento del régimen franco
atado a compromisos de inversión y generación de empleo) y pone en riesgo el
comercio electrónico transfronterizo; mientras que por el otro, tampoco se le
ve el compromiso de lograr mejores garantías
laborales para algunos trabajadores que desempeñan sus labores en zonas
francas ( Hace más de dos años, hacíamos
un artículo sobre la expectativa de mejores garantías laborales para los
trabajadores portuarios, luego de la
entrada en vigencia de la RESOLUCIÓN 0532 DE 26 DE FEBRERO 2020; la cual tenía
la función de reglamentar un Sistema de Control de Cumplimiento de la Normativa
Laboral Portuaria, esto es, lo dispuesto en el Código Sustantivo del Trabajo y
la Jurisprudencia; teniendo como objetivo, cautelar el integro cumplimiento de
las normas laborales, de seguridad social y salud de todos los trabajadores
portuarios sin distingo de la modalidad contractual; pero a la fecha presente,
con todo y RESOLUCIÓN 0532 DE 26 DE FEBRERO DE 2020, no se ven mayores cambios
de las condiciones laborales de los trabajadores portuarios)
Y para remate algunos de nuestros sindicatos
guardan silencio sobre el actuar del gobierno; mientras que otros aprovechan
para seguir hablando de neoliberalismo, señalando el apoyo de la OCDE, el FMI,
el Banco Mundial y las calificadoras de
riesgo… Pero nada dicen del impacto al empleo por las medidas en contra de las
Zonas Francas.
Desde acá desde Champetesburgo, esperamos que
tanto el gobierno como los industriales y los sindicatos; empiecen ese bonito
diálogo social del que tanto se habla hoy. Pues:
1)
El nuevo gobierno no puede ahora pretender
poner en el cuello y cambiar abruptamente y sin concertación, las condiciones a
un régimen de comercio exterior sobre el cual hay compromisos internacionales y
constitucionales; con una decisión que a la postre afecta la seguridad jurídica
y la confianza legítima de empresas que mayormente son PYMES. Y tampoco puede pretender;
que como ahora cuenta con la aplanadora legislativa, se convierta en el
martillo que ve a todos los demás como clavos.
2)
Las
empresas deben ponerse la mano en el corazón reconociendo que no todo es color
de rosas respecto a respetar los principios y derechos fundamentales en el
trabajo: promover el trabajo decente; cumplir la legislación nacional; no
incurrir en prácticas antisindicales; apoyar la inspección pública del trabajo
en las ZFI; ejercer la debida diligencia; y utilizar su influencia con sus socios
de negocios en sus cadenas de valor para promover los principios y derechos fundamentales
en el trabajo y el trabajo decente.
3)
Nuestros
sindicatos deben reconocer, que no están cumpliendo con la obligación de ser
los abanderados del diálogo social; la supuesta cercanía al nuevo gobierno,
solo se ve por Pedro Pueblo como una camisa de fuerza para el verdadero
ejercicio sindical.
Ahora bien, hay suficientes precedentes
jurisprudenciales que demuestran que las iniciativas contra las zonas francas podrían
ser consideradas inexequibles. Pero independientemente de eso, las cuestiones
que están en juego, son la confianza inversionista, la seguridad jurídica y el
empleo de calidad… Y esas tres cosas, implican que debemos PONERNOS SERIOS.
REFERENCIAS:
https://www.andi.com.co/Home/Noticia/15592-zonas-francas-inversion-empleo-y-encade
Promoción del trabajo decente y protección de
los derechos fundamentales para las personas que trabajan en las Zonas Francas
Industriales (ZFI) (Reunión tripartita de expertos en la Organización Internacional
del Trabajo (OIT)
miércoles, 19 de octubre de 2022
Dios quiera y el invento resulte ( Acelerador Global de Empleo y Protección Social)
Para el año 2010, se elaboró en España el informe
“EMPLEO VERDE EN UNA ECONOMÍA SOSTENIBLE”, en el marco de la Ley de
Economía Sostenible (Cuya meta era reducir las emisiones de gases de
efecto invernadero en un 20%, y la creación de 2.775.000
empleos verdes en 2020); en el cual se señalaba que: “Los grandes desafíos a
los que nos enfrenta el cambio climático se deben transformar en oportunidades.
Con esta idea debemos transitar hacia economías y formas de vida sostenibles
capaces de generar actividades que promuevan la creación de empleo, directa o
indirectamente, tanto en los sectores tradicionalmente vinculados a la gestión
ambiental, como en los nuevos yacimientos que emergen ante el cambio de modelo
productivo”. El informe concluye que, surgen nuevas oportunidades que emergen
de afrontar los retos del cambio global donde la crisis climática
ocupa un lugar destacado; y que se incrementaría el llamado “empleo
verde” con marco normativo orientado al desarrollo sostenible, que empujaría
hacia un nuevo modelo energético.
Al día de hoy; un sector de los sindicatos españoles,
señala que: “Los partidos que apoyan la globalista Agenda 2030 -aquella que
busca la destrucción de las clases medias y la liquidación de la soberanía de
las naciones- son «cómplices de la desindustrialización de España”; y
que “la deslocalización y el cierre de la industria se produce «por
la religión climática, la competencia desleal y los abusivos impuestos». La
imposición de la «religión climática» conlleva una subida de los costes de la
energía inasumibles para la industria. «Sumado a los impuestos al CO2 hace imposible
que las empresas sean competitivas, abocándolas al cierre o a la
deslocalización”[1] Algunos dirán que ese
sector sindical tiene una filiación política de “ultraderecha”, y que por ese
simple hecho es un enemigo acérrimo de la idea del “desarrollo sostenible; pero
es claro que, otros hechos económicos dan muestra de la presión y el daño a la
economía y al empleo causado por la llamada “economía verde” o “GREEN NEW DEAL”.
Aterrizando en el caso colombiano:
1.
Se
aprobó una ley de “ACCIÓN CLÍMATICA”( Que comparte las metas de la Ley de
Economía Sostenible Española e incluso le agrega unas cuantas bastante
ambiciosa, tales como la implementación al año 2030 de PLANES INTEGRALES DE
CAMBIO CLIMÁTICO SECTORIALES (PIGCCS); a pesar que somos uno de los países que
menos emite dióxido de carbono a nivel mundial.
2.
Se
ratificó un Acuerdo de Escazú; que a pesar de las negaciones pone en riesgo los
principios de soberanía, integridad territorial, libertad económica y seguridad
jurídica)
3.
Para
el presente y el anterior gobierno, el país debe ser un abanderado de la calentología , a pesar de: ( ; en
medio de incumplimientos de metas parecidas tales como: a)El fracaso
de la planeación con la figura de los POT., b) No cumplimiento de
metas PGIRS y protección de recursos hídricos de los
municipios, y c) Y CARS,
que se han convertido más en un sinónimo de corrupción que en “guardianes”
del desarrollo sostenible.
Tanto para el caso español como al colombiano, nace
una nueva presión para el cumplimiento de la llamada AGENDA 2030; el llamado “ACELERADOR GLOBAL DE EMPLEO Y PROTECCIÓN SOCIAL” lanzado
en septiembre de 2021 por la OIT como mecanismo para lograr “una transición justa esencial para la descarbonización ( Reconociendo que
dicha descarbonización implica la transformación de competencias laborales de
aquellos sectores que puedan adaptarse a la “transición justa”, y la
aplicación de medidas compensatorias y de protección social para
aquellos sectores que no puedan adaptarse a la “transición justa”)[2];
lo que implica que la protección social será
vendida como un incentivo clave para la transición energética, la protección
ambiental y la formalidad económica ( y enfoque activo de la gestión de las
crisis económica, social y ambiental, y la transición justa necesaria para hacer
frente al cambio climático)[3]
Dios quiera y la cosa resulte, ya que son demasiadas
buenas intenciones estando Colombia y España en manos de gobiernos completamente comprometidos con esas buenas intenciones que llevan al infierno; gobiernos que se
parecen tanto, que ya el nuestro imita las “ideotas” de los indultos (En nombre
de la “convivencia”, el “diálogo social”, la “paz total”, la “unión” y la “integridad
territorial) y el Ministerio de la
Igualdad; así que será cuestión de tiempo para que se entreguen facultades a
nuestro Presidente para gobernar por“decretazos”, o que se capitalicen los sueños de una “LEY DE MEDIOS” y un “Ministerio de la Verdad” contra los
disidentes.
Pero bueno, esa ya es otra discusión; retomando lo que
nos interesa, esperamos que se haga realidad
eso del: “nuevo esfuerzo colectivo para gestionar estas crisis y, a la
postre, superarlas y prevenir crisis futuras” ( GILBERT HOUNGBO-DIRECTOR OIT); que
a la postre resulta más esperanzador que el discurso de pregonar la “prosperidad
económica”, mientras se sigue haciendo todo lo posible por continuar en la
crisis y se hace propaganda al “neoimperialismo.”
[1]
https://gaceta.es/actualidad/el-sindicato-solidaridad-denuncia-que-los-partidos-que-apoyan-la-agenda-2030-son-complices-de-la-desindustrializacion-de-espana-20211124-1325/
[2] INFORME DESCARBONIZACIÓN EMPLEO BID, OIT, ALC; CAPÍTULO CUATRO.
[3] “El Director General de la
OIT pide protección social y salarios mínimos para responder a la crisis del
costo de la vida” ( Comunicado de prensa OIT 17/10/2022)
martes, 18 de octubre de 2022
Un pequeño paso para los BEPS, pero un gran paso para nuestra Seguridad Social
La OIT
define los PISOS DE PROTECCIÓN SOCIAL, como los conjuntos de garantías
básicas de seguridad social que deberían asegurar como mínimo que, durante el
ciclo de vida, todas las personas necesitadas tengan acceso a una atención de
salud esencial y a una seguridad básica del ingreso que aseguren conjuntamente
un acceso efectivo a los bienes y servicios definidos como necesarios a nivel
nacional.
El mayor reto de cualquier Sistema de Seguridad
Social en materia de Pensiones:
“garantizar el poder adquisitivo de las pensiones actuales y las del futuro y
asegurar la sostenibilidad financiera del sistema ante el gran desafío que supondrá
la jubilación de la generación del “baby-boom”;
objetivo este, común a cualquier sistema pensional y a cualquier parte
del mundo.
En efecto. La garantía del efectivo derecho a
la Seguridad Social no es solo un tema de moda; es hoy por hoy, una discusión (obligada y necesaria) en medio
de la crisis que ha puesto en riesgo el
fomento del empleo (Y la protección contra el desempleo) y las mayores
presiones externas e internas para garantizar mayor cobertura de pisos de protección social.
Pero la cuestión no es soplar y hacer botellas;
evidentemente hay un compromiso de
garantizar la Seguridad Social como un derecho fundamental, sin perder de vista
que ello depende de la sostenibilidad financiera de un sistema. En el caso
colombiano, y sin ninguna posibilidad de Concertación Social a la vista a pesar
de la existencia de una Comisión de Reforma de Protección a la Vejez ; el
debate político nos ha llevado a una discusión dispersa e ideologizada (Un
diálogo de sordos) sobre cuál debe ser
el mejor sistema pensional para garantizar en el presente y en el futuro, el
derecho a una pensión digna a más colombianos ( Pero esa es otra historia)
Con la Ley 100 de 1993 se creó en el país el
llamado sistema de seguridad social integral, con el objeto de garantizar los
derechos irrenunciables de la persona y la comunidad, dentro del criterio de
una calidad de vida en consonancia con el postulado constitucional de un orden
social justo e igualitario, acorde con la dignidad humana, mediante la
protección de las contingencias que la afecten, con sujeción a los principios
de eficiencia, universalidad, solidaridad, integralidad, unidad y
participación. (Corte Constitucional, Sala Plena, C-1027, 2002, p.1)
Dentro de los mecanismos, para asegurar el acceso a un prestación para su vejez, y como forma de garantizar un ingreso mínimo vital que garantice una vejez digna para aquellos colombianos que no cotizan al Sistema General de Pensiones o cuyos aportes no han sido suficientes para acceder a una pensión contributiva; se crearon los BEPS ( Un mecanismo totalmente criollo y manejado a la colombiana), como una alternativa de protección para la vejez para las personas de escasos recursos que tienen alguna capacidad de ahorro para su vejez en un monto inferior al valor de la cotización al Sistema General de Pensiones.Se caracteriza por ser un mecanismo individual y voluntario con el que se busca que quienes participen del mismo obtengan hasta su muerte un ingreso periódico personal y permanente por debajo del salario mínimo legal mensual vigente, según el monto de recursos ahorrados más un incentivo del Estado que es del 20% del monto ahorrado; los aportes son voluntarios y flexibles en cuantías y periodicidad, por lo que se podrán realizar en cualquier tiempo, sin importar el monto mensual.
Pero bueno, lo importante es que la Seguridad
Social se está convirtiendo en un tema de debate diario, y que nos estamos
dando cuenta de la diferencia entre lo urgente y lo importante; luego entonces
se hace necesario buscar los mecanismos para procurar la formalización laboral
y acabar nocivas modalidades contractuales diseñadas a medida para evadir el
cumplimiento de obligaciones laborales y de seguridad social.
¿ Debemos nuevamente discutir la necesidad del fracking responsable?
De acuerdo al PLAN DE ABASTECIMIENTO PARA EL SUMINISTRO Y TRANSPORTE DE GAS del año 2010 presentado por el Ministerio de Minas Energía y l...
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