A fecha 5 de noviembre de 2019, la ANDI anunciaba que: existen 117 zonas
francas declaradas en 19 departamentos de Colombia, que generan más 220 mil
empleos y que han hecho inversiones por $54 billones, el triple de los compromisos
adquiridos; e igualmente esperaba que, los “actores públicos, privados, generadores de
opinión, academia y medios de comunicación vean la importancia de las zonas
francas para el país, reconociendo que son actores claves para controlar el
flujo de mercancías y el pago de impuestos, y promover el aprovechamiento de
los acuerdos comerciales”. Como se puede ver entonces, las zonas francas son un
activo empresarial que debe ser preservado, y cualquier iniciativa que se
pretenda para ello, no debe ser considerada “amiguismo” o “abuso de los poderes
económicos”
En documento “Promoción del trabajo decente y protección
de los derechos fundamentales para las personas que trabajan en las Zonas
Francas Industriales (ZFI)” de la Reunión tripartita de expertos en la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estableció que los posibles
incentivos para invertir en las ZFI deberían estar condicionado al compromiso
de promoción del trabajo decente. Son necesarios ejemplos de políticas eficaces
que ayuden a los gobiernos e interlocutores sociales a atraer inversiones fomentando
el trabajo decente y la aplicación de los principios y derechos fundamentales en
el trabajo.
Sin embargo el actual gobierno nacional, está
demostrando no querer lavar ni prestar la batea. Por un lado los industriales
denuncian los peligros de una nueva reforma tributaria que afecta los
compromisos adquiridos por las zonas francas declaradas a partir de la Ley 1004 del 2005 (Mantenimiento del régimen franco
atado a compromisos de inversión y generación de empleo) y pone en riesgo el
comercio electrónico transfronterizo; mientras que por el otro, tampoco se le
ve el compromiso de lograr mejores garantías
laborales para algunos trabajadores que desempeñan sus labores en zonas
francas ( Hace más de dos años, hacíamos
un artículo sobre la expectativa de mejores garantías laborales para los
trabajadores portuarios, luego de la
entrada en vigencia de la RESOLUCIÓN 0532 DE 26 DE FEBRERO 2020; la cual tenía
la función de reglamentar un Sistema de Control de Cumplimiento de la Normativa
Laboral Portuaria, esto es, lo dispuesto en el Código Sustantivo del Trabajo y
la Jurisprudencia; teniendo como objetivo, cautelar el integro cumplimiento de
las normas laborales, de seguridad social y salud de todos los trabajadores
portuarios sin distingo de la modalidad contractual; pero a la fecha presente,
con todo y RESOLUCIÓN 0532 DE 26 DE FEBRERO DE 2020, no se ven mayores cambios
de las condiciones laborales de los trabajadores portuarios)
Y para remate algunos de nuestros sindicatos
guardan silencio sobre el actuar del gobierno; mientras que otros aprovechan
para seguir hablando de neoliberalismo, señalando el apoyo de la OCDE, el FMI,
el Banco Mundial y las calificadoras de
riesgo… Pero nada dicen del impacto al empleo por las medidas en contra de las
Zonas Francas.
Desde acá desde Champetesburgo, esperamos que
tanto el gobierno como los industriales y los sindicatos; empiecen ese bonito
diálogo social del que tanto se habla hoy. Pues:
1)
El nuevo gobierno no puede ahora pretender
poner en el cuello y cambiar abruptamente y sin concertación, las condiciones a
un régimen de comercio exterior sobre el cual hay compromisos internacionales y
constitucionales; con una decisión que a la postre afecta la seguridad jurídica
y la confianza legítima de empresas que mayormente son PYMES. Y tampoco puede pretender;
que como ahora cuenta con la aplanadora legislativa, se convierta en el
martillo que ve a todos los demás como clavos.
2)
Las
empresas deben ponerse la mano en el corazón reconociendo que no todo es color
de rosas respecto a respetar los principios y derechos fundamentales en el
trabajo: promover el trabajo decente; cumplir la legislación nacional; no
incurrir en prácticas antisindicales; apoyar la inspección pública del trabajo
en las ZFI; ejercer la debida diligencia; y utilizar su influencia con sus socios
de negocios en sus cadenas de valor para promover los principios y derechos fundamentales
en el trabajo y el trabajo decente.
3)
Nuestros
sindicatos deben reconocer, que no están cumpliendo con la obligación de ser
los abanderados del diálogo social; la supuesta cercanía al nuevo gobierno,
solo se ve por Pedro Pueblo como una camisa de fuerza para el verdadero
ejercicio sindical.
Ahora bien, hay suficientes precedentes
jurisprudenciales que demuestran que las iniciativas contra las zonas francas podrían
ser consideradas inexequibles. Pero independientemente de eso, las cuestiones
que están en juego, son la confianza inversionista, la seguridad jurídica y el
empleo de calidad… Y esas tres cosas, implican que debemos PONERNOS SERIOS.
REFERENCIAS:
https://www.andi.com.co/Home/Noticia/15592-zonas-francas-inversion-empleo-y-encade
Promoción del trabajo decente y protección de
los derechos fundamentales para las personas que trabajan en las Zonas Francas
Industriales (ZFI) (Reunión tripartita de expertos en la Organización Internacional
del Trabajo (OIT)
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