Al parecer llegaron las vacas flacas al sector de la construcción y
se gesta una grave crisis en materia habitacional, o al menos eso dicen los que
saben; sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes:
1) El derecho a una vivienda digna es un derecho humano reconocido
en diversos instrumentos internacionales, dada su directa relación al derecho a
un nivel de vida adecuado.
2)Casi nadie se atreve a negar la importancia del sector de la
construcción, representando alrededor del 5.3% del PIB nacional en 2022, generando
2 millones de empleo y representando $20 mil millones de dólares en inversión;
eso sin contar con la relación innegable entre los proyectos de construcción y
la optimización de infraestructura de servicios públicos domiciliarios.
3) Desde principio de año se
viene hablando de los retos que para el sector constructor representan el alza
de los insumos y la subida de las tasas de interés, y de como esos y otros
factores indican una sería desaceleración para el año 2023.
4) Ya se habla de la incertidumbre en el sector, generada por los
retrasos en la entrega de los subsidios; en ciudades como Valledupar se habla
de una disminución del 60% en la venta de viviendas durante el primer trimestre
de 2023.
5) Finalizando el primer trimestre del presente año , CAMACOL
informaba que se había pasado de vender 189 mil unidades a tan solo 12 mil,
representando un deterioro del 64%; estimando que se requieren $3.3. billones
para atender los subsidios pendientes del programa MI CASA YA.
6) El sector de la
construcción es el aparentemente presenta las perspectivas desfavorables en
materia de crecimiento, inflación y desempleo; lo cual unido con todo lo
anterior, constituyen una tormenta perfecta contra la construcción de vivienda.
7) Preocupa el silencio sobre el tema del nuevo gobierno;así como
preocupa igualmente que la respuesta sea colocar el espejo retrovisor y señalar
que se "dejó el programa desfinanciado", o peor aún seguir repitiendo
la retórica de que el "neoliberalismo convirtió las esperanzas de vivienda
en un fortín económico, social y político", para hacer mucho ruido y nada
de soluciones
Las voces que vaticinan la crisis no son simples cantos de sirenas, sin embargo el actual clima pendenciero del nuevo gobierno parece hacer oídos sordos; aquí en Champetesburgo se sentirá bastante esa crisis, lastimosamente muchos hicieron de tripas corazón y se metieron en la "vaca loca" para adquirir su vivienda propia, mientras que otros directa o indirectamente vivían sabroso gracias al boom inmobiliario... ¡Dios tenga misericordia!
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